Un espacio para nombrar lo que duele, y encontrarle sentido.
En LIRA, la terapia no es solo un lugar para resolver síntomas, sino un proceso para reconocerte, escucharte y reconstruirte desde una mirada respetuosa y profunda.
Aquí no se trata de encajar en moldes, sino de descubrir tu propio ritmo, tu propia voz.
La terapia es un espacio donde lo fragmentado puede encontrar forma, donde lo silenciado puede ser dicho, y donde tu historia empieza a tener otro significado.
En LIRA, la terapia no es solo un lugar para resolver síntomas, sino un proceso para reconocerte, escucharte y reconstruirte desde una mirada respetuosa y profunda.
Aquí no se trata de encajar en moldes, sino de descubrir tu propio ritmo, tu propia voz.
La terapia es un espacio donde lo fragmentado puede encontrar forma, donde lo silenciado puede ser dicho, y donde tu historia empieza a tener otro significado.
Cada proceso es único y se adapta a tu momento vital, a tus necesidades y a tu ritmo interno.
Juntas trabajaremos desde la escucha, el cuidado y la sintonía, en un camino que no busca respuestas inmediatas, sino comprensión, integración y transformación.
El trauma no solo deja huella en la mente, también afecta la forma en que habitamos el cuerpo y nos vinculamos.
Más allá del cuerpo y la comida, los trastornos alimentarios hablan de identidad, emociones y vínculos. La terapia es un espacio para comprender su origen y encontrar una relación más compasiva contigo misma.
La relación con nosotras mismas se construye en los primeros vínculos.
Exploramos juntas cómo ha sido moldeada tu autoimagen, y cómo reconstruir una mirada más amable y auténtica hacia ti misma.
Apego, dependencia, miedo al abandono, patrones que se repiten… Juntas investigamos la raíz de estas dinámicas para construir relaciones más sanas y conscientes.
La ansiedad, el duelo y el malestar emocional son formas en que el cuerpo y la psique piden ser escuchadas. En terapia, les damos un lugar para ser comprendidas y transformadas, con respeto y a tu ritmo.
El trauma no solo deja huella en la mente, también afecta la forma en que habitamos el cuerpo y nos vinculamos.
Más allá del cuerpo y la comida, los trastornos alimentarios hablan de identidad, emociones y vínculos. La terapia es un espacio para comprender su origen y encontrar una relación más compasiva contigo misma.
La relación con nosotras mismas se construye en los primeros vínculos.
Exploramos juntas cómo ha sido moldeada tu autoimagen, y cómo reconstruir una mirada más amable y auténtica hacia ti misma.
Apego, dependencia, miedo al abandono, patrones que se repiten… Juntas investigamos la raíz de estas dinámicas para construir relaciones más sanas y conscientes.
La ansiedad, el duelo y el malestar emocional son formas en que el cuerpo y la psique piden ser escuchadas. En terapia, les damos un lugar para ser comprendidas y transformadas, con respeto y a tu ritmo.
En las primeras sesiones, trazamos juntas un mapa de tu historia y tus necesidades.
Comenzamos el proceso terapéutico, adaptado a tu momento y tu esencia.
A veces no hace falta tenerlo todo claro para dar el primer paso.
Basta con una sensación, una emoción que se mueve dentro, una necesidad de hacer espacio a lo que ha estado callado.
¿Hablamos?
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